Puebla, México- En diciembre de 2013, el Congreso del Estado de Puebla inició una serie de reformas jurídicas dirigidas a modificar la estructura y funcionamiento de las juntas auxiliares, generando un descontento generalizado entre sus habitantes. Mario Riestra, quien hoy busca la alcaldía de Puebla, fue el principal impulsor de esta controvertida reforma que ha dejado huella en la memoria política de la entidad.
La motivación principal detrás de estos cambios ha sido señalada como político-electoral. Mario Riestra, con la mira puesta en la candidatura a la presidencia municipal de Puebla en 2018, habría promovido estas reformas con el objetivo de disminuir la influencia política de sus rivales en las juntas auxiliares. Este movimiento estratégico fue visto como un intento de centralizar el poder y consolidar su posición política.
Una figura clave en el respaldo a esta reforma fue Karina Romero, quien actualmente aspira a una diputación y en ese entonces se desempeñaba como regidora del municipio de Puebla. Romero apoyó la centralización del poder en favor de Riestra, lo cual contribuyó significativamente a debilitar la estructura democrática de las juntas auxiliares al reducir sus funciones y alcances.
De acuerdo con información proveniente del búnker de la coalición, si Riestra llega a ser presidente municipal, se espera que continúe con su ruta de quitar poder a las juntas auxiliares, centralizando aún más la administración municipal. Este plan ha generado preocupación entre los habitantes y presidentes de las juntas auxiliares, quienes temen una mayor pérdida de autonomía y recursos.
La reforma de 2013 no solo debilitó las juntas auxiliares, sino que también generó una serie de protestas y manifestaciones por parte de los ciudadanos afectados. Los detractores de Riestra argumentan que esta medida fue un claro ejemplo de cómo se priorizan los intereses políticos personales sobre el bienestar de la comunidad. Las juntas auxiliares, que históricamente han jugado un papel crucial en la administración local y en la atención directa a las necesidades de los ciudadanos, vieron mermada su capacidad de acción.
Con las elecciones en puerta, Mario Riestra enfrenta una creciente oposición que recuerda con descontento las consecuencias de sus acciones pasadas.
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